¿Quién miente sobre Yehude Simon?

No pensaba ocuparme más de la antigua militancia terrorista de Yehude Simon Munaro, pero me veo obligado a hacerlo en vista de que el toledismo y la izquierda caviar han salido a falsear los hechos y a manipular a la opinión pública mediante su poderosa red mediática de prensa, radio y televisión.

No me interesa agraviar a Simon. Al contrario, le concedo el beneficio de la duda y aceptó que se ha reciclado en demócrata, pero no puedo aceptar de ninguna manera que mienta al decir que fue sentenciado injustamente, y tampoco puedo aceptar que la “aplanadora” caviar siga torciendo impunemente la verdad y la historia según su interés político.

Siguiendo el mismo libreto gastado, los abanderados de la prensa caviar, ayer fujimoristas fervorosos, hoy feroces anti fujimoristas, son los primeros en manipular los hechos repitiendo en coro “los fujimoristas atacan a Simon” o ”Yehude fue encarcelado porque era opositor de Fujimori”.

Lo que asquea no es que mientan, sino que lo hacen a sabiendas de que están mintiendo, y sin el menor rubor. Más les interesa el dinero que reciben por sus servicios, que la historia y la verdad, aunque engañen a sus propios hijos.

Los que acusan de terrorismo a Yehude Simon son: el difunto Andrés Sosa Chanamé, la colección del semanario “Cambio” (vocero del MRTA), y los archivos de la Dirección Contra el Terrorismo de la Policía Nacional (Dircote), ninguno de los cuales es fujimorista, ni nada parecido.

¿Por qué la prensa falsaria se niega a ocuparse del asesinato de Andrés Sosa Chanamé? ¿Por qué ninguno de los periodistas “políticamente correctos” entrevista a Simon sobre ese crimen? ¿Por qué ellos, que son tan acuciosos en investigar a apristas y fujimoristas, no rebuscan en el asesinato de Sosa? ¿Por qué no le muestran al público lo que publicaba el semanario Cambio, que dirigió Simon y que fue vocero del MRTA?

¡Dónde están las “unidades de investigación” de la prensa toledista y caviar! ¡A ver, pues, dónde están!.

Tienen a su disposición la carta escrita de puño y letra por Andrés Sosa, culpando de su muerte a quienes señaló como los jefes del MRTA: Víctor Polay, Miguel Rincón, Yehude Simon y Hugo Avellaneda, entre otros. ¿Qué es fotocopia? Y eso qué importa, si es de su puño y letra. ¡Que demuestren que no la escribió!

Allí están, además, en blanco sobre negro, las palabras que pronunció Simon sobre el asesinato vil y artero de Sosa Chanamé, tres días después del crimen, ante toda la prensa:

<!–[if !supportLists]–>– <!–[endif]–>Periodista: Usted está nervioso. Se le nota en la cara. ¿Por qué se pone así si su conciencia está limpia?

<!–[if !supportLists]–>– <!–[endif]–>Simon: Usted está viendo mal, señor periodista, yo no estoy nervioso, ni tengo porque estarlo. Sosa más vale muerto que vivo porque políticamente no significaba nada…

¿Por qué no entrevistan al general PNP (r ) Juan Sandoval, el principal experto que tuvo la Dircote sobre el MRTA, en vez de descalificar su impecable trayectoria policial solo porque una vez fue invitado a ser candidato independiente en una lista fujimorista? ¿Por qué no quieren llegar a la verdad?

¿Por qué no entrevistan a los arrepentidos del MRTA, como Sístero García, Lucas Cachay u otros, sobre quién era Yehude Simon para esa organización terrorista?

De otra parte, debo decir que Diego García Sayán ha mentido al afirmar que Yehude Simon fue condenado injustamente por terrorismo. La Comisión de Indultos que presidió el padre Hubert Lanssier recomendó el indulto para Simon no porque éste fuese inocente, sino por razones humanitarias, pues se había arrepentido de sus delitos y mostraba buena conducta en la prisión.

El gobierno le denegó el indulto a Simon en 1998 y en 1999 porque no se pudio acreditar su inocencia a la luz del mecanismo legal que regulaba la concesión del beneficio.

El mecanismo funcionaba así: El preso presentaba su pedido de indulto, la comisión revisaba la solicitud, pedía reportes sobre su conducta en la cárcel, hacía su recomendación y luego el expediente era derivado a la Dircote, la cual daba la opinión técnica definitiva, es decir revisaba sus archivos y verificaba si había o no pruebas suficientes que acreditaban la calidad de terrorista del solicitante.

La Dircote resolvió que sí había pruebas suficientes – y contundentes – que corroboraban que Simon había sido condenado con justicia, y por eso no fue indultado.

Lo que es cierto es que Simon se arrepíntió, se apartó de los demás presos del MRTA y fue derivado al pabellón de los terroristas arrepentidos, pero ello no quiere decir que haya sido inocente.

El indulto a Simon lo aprobó el gobierno provisional de Valentín Paniagua en diciembre del año 2000, con la simpatía de la gente que sabía que Simon se había arrepentido. De esto se aprovechó al parecer la comisión Ciurlizza para indultar a otros terroristas presos que eran patrocinados por las ONG caviares. Este caso está siendo investigado por el actual Congreso.

La Comisión Ciurlizza – quien era asesor principal de García Sayán – indultó a 142 terroristas presos a quienes se les había denegado el beneficio porque la Dircote reportó que había pruebas suficientes de que eran senderistas o emerretistas. Esta es la verdad.

La mentira tiene siempre piernas cortas, señor García Sayán. Mientras haya hombres libres dispuestos a defender la verdad y la historia, usted no podrá cambiarlas, por más poder o dinero que usted tenga.